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Diario Artesano

Teño medo de falar despois do viño, porque sempre digo a verdade

<u>Teño medo  de falar despois do viño, porque sempre digo a verdade </u> Mercedes Peón
Escucha:Ajru

A medio camino entre la vanguardia y la recuperación de la tradición,Mercedes Peón es una de las figuras más interesantes del actual panorama musical gallego y, probablemente, una de las que cuenta con mayor proyección fuera de su región de origen.
"No próximo mes de Abril, a portada de Folkroots a prestixiosa revista europea sobre a música tradicional, vai estar dedicada á pandereteira Mercedes Peón.
Este feito,impensábel hai uns anos, é a punta do iceberg do bo momento que vive a música tradicional. Neste rexurdir destaca a recuperación das pandereteiras como formación musical xenuína e a revitalización dun instrumento como a pandeireta".

«Ajrú» es el nombre de su segundo disco en solitario. Palabra de difícil articulación (la jota no existe en el alfabeto gallego, lo que parece tratar de describir el alejamiento conceptual que el disco representa respecto a sus fuentes más inmediatas), el mismo título remite a un ejercicio de fusión, pero no de confusión. Hace falta pasarse más de diez años recopilando el acerbo cultural gallego para darle semejante vuelta de tuerca con tanta legitimidad y respeto como lo hace Mercedes Peón . De hecho, el disco escapa a una posible catalogación de «música tradicional» ya que se trata, fundamentalmente, de una obra de autor. Sólo aparece una canción de raigambre popular en todo el álbum; el resto son composiciones de la propia Mercedes Peón. En lo estrictamente interpretativo, esta joven cantante coruñesa se nos revela, además de como una de las mejores voces de nuestro país, como una excelsa ejecutante de instrumentos varios (percusiones, clarinete, teclados, gaita, guitarra). El disco lo conforman once piezas que combinan magistralmente letras que remiten a lo cotidiano con ambientaciones muy imaginativas que hacen guiños ora a la música electrónica de última hornada, ora a suspiros melancólicos hechos con arreglos propios de la chanson francesa de antaño. Llama poderosamente la atención el tratamiento de las bases, cuyo resultado sorprenderá a más de uno. Música, en fin, concebida como ejercicio de energía comunicativa, como grito ancestral que llega hasta nosotros y nos sobrepasa, como restos de una vitalidad tribal aún vigorosa que se rebela ante los intentos homogeneizadores de nuestra civilización actual.
Jesús Jiménez

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